LA PRENSA CON ERIKA LEIVA

Dos gaditanas. Dos voces. Una despegando y la otra observándola desde el cielo.

La trayectoria de Erika Leiva siempre ha ido asociado al imaginario de Rocío Jurado. De hecho la Leiva la definió anoche como ' la voz mas importante de la música española' y uno de sus referentes , junto a Marifé de Triana, a la hora de dedicarse a la copla. El público igualmente tiende a la comparación desde que en la primera edición de 'Se llama copla' cantase 'Con ruedas de molino'. Ese mismo público que no paró de animarla, de aplaudirle y de interrumpirle en algunos momentos de la noche hizo que el teatro pareciese lleno, mas vivo que en los dos espectáculos flamencos que han pasado hasta la fecha. Todo quizás por lo distendido y la bidireccionalidad de 'cotilleos' entre artista y respetable.

La cuestión que si dentro de unos Encuentros Flamencos tiene espacio este género queda fuera de duda cuando un sinfín de figuras del duende recurren a repertorios de Juanita Reina o Concha Píquer en su repertorio ya sea por bulerías o simplemente rindiendo tributos y vendiendo discos como Miguel Poveda. Pero volviendo al homenaje y fuera de cualquier connotación al concurso televisivo fue un placer disfrutar de un torrente de voz tan puro y auténtico en tiempos donde el falsete está al orden del día. Leiva estuvo encima del escenario durante mas de dos horas y media desgranando algunas joyas de la chipionera universal. Pocos artistas serían capaces de pegarse quince temas, dos popurrís y un fandango, que la Jurado aprendió de Paco Toronjo y Perlita de Huelva, sin apenas las pausas justas para cambiarse de vestuario mientras se proyectaban pequeños documentales sobre la vida de la homenajeada. 'Como una ola' y 'Un clavel' compartieron protagonismos con temas menos conocidos ('Paloma brava', 'La querida') o interpretados con igual éxito por artistas de la talla de Rocío Dúrcal o Raphael ('Mi amigo', '¿ A qué no te vas?') Todos ellos con una orquestación correctísima aunque con algunas deficiencias en los coros y simplicidad en la guitarra española que sufrió cuando se tornó flamenca. Y es que en el repertorio hubo espacio para el flamenco por bulerías -palo que la artista debe perfeccionar-, tangos y los 'Tientos del cariño' donde contó con la colaboración de Juan Andrés Maya en una improvisada coreografía cargada de sensualidad y transmisión. En resumen, un homenaje sentido y creíble.
http://www.ideal.es/granada/v/20111207/cultura/senora-senora-20111207.html